Nº Colegiada: M-35203
Graduada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, así como Psicóloga General Sanitaria por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Especialista en Ansiedad ,especialista en terapia integradora y perspectiva de apego y EMDR.
El duelo es una experiencia humana profunda y compleja que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Cuando perdemos a alguien o algo que valoramos, ya sea la muerte de un ser querido, el final de una relación o incluso la pérdida de un trabajo significativo, nos sumergimos en un viaje emocional conocido como el proceso del duelo. Este proceso no sigue una ruta lineal y predecible, pero comprender sus etapas puede brindarnos consuelo y ayudarnos a sanar a nuestro propio ritmo.
Etapas del duelo
Etapa 1: Negación. La negación es a menudo la primera reacción ante la pérdida. Nos resulta difícil asimilar la realidad de lo que ha ocurrido. Puede ser una defensa natural para amortiguar el impacto inicial y darnos tiempo para adaptarnos a la nueva situación. En esta etapa, es normal sentir que la realidad es surrealista y que estamos en un estado de shock.
Etapa 2: Ira. A medida que la realidad de la pérdida se hunde, es común sentir una oleada de ira. Puede dirigirse hacia la persona que ha fallecido, hacia otros que parecen indiferentes o incluso hacia nosotros mismos por no haber actuado diferente. La ira es una emoción poderosa y natural en el proceso de duelo, pero aprender a manejarla de manera saludable es esencial para el proceso de sanación.
Etapa 3: Negociación. En esta etapa, tendemos a intentar hacer acuerdos con la realidad para revertir la pérdida. Podemos encontrar que nos decimos a nosotros mismos «si tan solo hubiera hecho esto» o «si tan solo pudiera volver el tiempo atrás». La negociación es un intento comprensible de recobrar el control, pero también es un recordatorio de que la pérdida es irreversible.
Etapa 4: Depresión y tristeza. La tristeza profunda y abrumadora es una parte intrínseca del proceso de duelo. En esta etapa, se pueden experimentar sentimientos de tristeza, soledad y desesperanza. Es importante recordar que la depresión en el duelo no siempre es patológica; es una respuesta natural a la pérdida significativa. Sin embargo, si estos sentimientos se vuelven abrumadores o persistentes, buscar apoyo profesional es crucial.
Etapa 5: Aceptación. Llegar a la aceptación no significa necesariamente que hayamos superado por completo la pérdida. Más bien, implica encontrar una forma de vivir con ella. Aceptar la realidad de la pérdida no significa olvidar o dejar atrás a la persona o cosa perdida, sino integrarla en nuestra vida de una manera que nos permita seguir adelante.
Es importante señalar que estas etapas no son rígidas ni están limitadas en tiempo. Las personas pueden moverse hacia atrás y adelante entre estas etapas, experimentarlas de manera diferente o incluso no experimentar algunas de ellas. Cada individuo tiene su propio proceso único de duelo, y no hay un «camino correcto» para atravesarlo.
A medida que transitamos por estas etapas, es vital buscar apoyo en amigos, familiares y profesionales de la salud mental. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar y comprender nuestras emociones durante el proceso de duelo. Con el tiempo, la comprensión y la aceptación pueden ayudarnos a encontrar un nuevo sentido de significado y propósito, honrando la pérdida mientras seguimos adelante en la vida.