Mujer con un papel en la boca con una X, silenciando su trauma

Identificando otro tipo de trauma: El trauma vicario

Psicóloga Cristina Garrido
Directora y fundadora en Esencia Psicología | Web | | + posts

Nº Colegiada: M-35203
Graduada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, así como Psicóloga General Sanitaria por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Especialista en Ansiedad ,especialista en terapia integradora y perspectiva de apego y EMDR.

En nuestra vida diaria, todos enfrentamos momentos difíciles y situaciones que nos sacuden emocionalmente. Esos eventos que nos marcan de manera profunda se llaman traumas, y pueden afectar nuestra salud mental y emocional de muchas formas.
Como psicóloga integradora que se preocupa por el vínculo emocional, entiendo lo importante que es abordar los traumas de manera completa y compasiva.
En este artículo, vamos a explorar los diferentes tipos de traumas, los síntomas que se pueden presentar y también vamos a hablar sobre cómo el cuidado de los demás puede afectarnos.

Tipos de Traumas

  • Trauma simple: Se refiere a eventos puntuales y únicos, como accidentes de cochee, desastres naturales o robos. Estas experiencias pueden causar una respuesta de estrés inmediata y desencadenar síntomas como pesadillas, evitar recordar el evento o revivirlo constantemente.
  • Trauma complejo: Este tipo de trauma se desarrolla a lo largo del tiempo y está relacionado con situaciones abusivas o difíciles que hemos experimentado durante un tiempo prolongado. Esto puede incluir abuso emocional, físico o sexual. Las personas que han vivido estas situaciones pueden tener dificultades para regular sus emociones, problemas de identidad y dificultades para establecer relaciones saludables.
  • Trauma interpersonal o relacional: Estos traumas ocurren debido a relaciones dañinas y abusivas, como violencia doméstica, abuso sexual o bullying. Estos eventos pueden tener un impacto profundo en nuestra autoestima, nuestra confianza en los demás y nuestra capacidad para establecer relaciones sanas.

¿Cómo saber si he vivido una situación traumática?

Los síntomas que experimentamos pueden variar de persona a persona, pero algunos de los más comunes son:

  1. Reexperimentación: Sentir que estamos reviviendo constantemente el evento traumático a través de recuerdos intrusivos, flashbacks o pesadillas.
  2. Evitar recordar: Tratar de evitar lugares, personas o situaciones que nos recuerden el daño y nos hagan sentir incómodos o angustiados.
  3. Hipervigilancia: Sentirnos en constante estado de alerta, sentir mucha ansiedad, tener problemas para dormir y reaccionar exageradamente ante situaciones estresantes.
  4. Cambios en el estado de ánimo y pensamientos: Experimentar sentimientos de culpa, vergüenza, tristeza, perder interés en cosas que solían gustarnos y tener dificultades para concentrarnos.

Otro tipo de trauma: El Trauma Vicario

El trauma vicario se refiere a la exposición indirecta al trauma a través de escuchar o presenciar las experiencias traumáticas de otras personas. Estar en contacto frecuente con historias de trauma puede afectar nuestra salud mental y emocional, y puede llevar a que experimentemos síntomas similares a los del trauma directo.

Es importante destacar que, si bien el trauma vicario puede ser una experiencia emocionalmente desafiante, existen estrategias para cuidar nuestra salud mental:

  1. Establecer Límites: Es fundamental limitar la exposición a imágenes y noticias traumáticas. Conocer cuánta información consumimos y cuándo necesitamos desconectarnos puede ser muy beneficioso para nuestro bienestar.
  2. Cuidado Personal: Priorizar el autocuidado es clave. Dedicar tiempo a atender nuestras necesidades, mantener una rutina de sueño adecuada, hacer ejercicio regularmente y buscar actividades que nos brinden placer y bienestar emocional.
  3. Apoyo Social: Compartir nuestras preocupaciones y emociones con amigos, familiares o personas de confianza puede ser de gran ayuda. Buscar apoyo y comprensión en los demás puede aliviar la carga emocional y fortalecer nuestra resiliencia.
  4. Enfoque en lo Positivo: Mantener una perspectiva equilibrada, cultivar gratitud y buscar momentos de alegría y esperanza pueden ayudar a mantener una mentalidad más saludable.

Recuerda que, si sientes que alguna situación está afectando significativamente tu bienestar emocional, es recomendable buscar apoyo de un profesional de la salud mental. Ellos pueden aportar las herramientas necesarias para lidiar con las emociones difíciles y promover la recuperación.

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